Pues para Sevilla que nos fuimos Rocío y yo el lunes por la mañana, pero mañana de levantarnos a las 4,30. Con frío, muchos nervios, una manta llena de cuchillos y muchas ganas de participar, y si ganábamos mejor que mejor.
A las 7 conocimos a nuestros “contrincantes”, entre los que se encontraba el "Mejor Cocinero novel de Andalucía 2010", y una muchacha nos explicó en qué consistía todo aquello. En la modalidad de Iron chef los 6 concursantes, con sus ayudantes, entraríamos en la cocina, y en ese momento conoceríamos el ingrediente que debería ser esencial en nuestro plato y todo el resto de productos que tendríamos a nuestra disposición. Entraríamos en grupos de tres con 10 minutos de diferencia y tendríamos dos horas para preparar un buen plato de autor.
Entramos en primer lugar, así es el destino, podíamos elegir entre lubina, presa ibérica, o un aceite de Canena, que al fin y al cabo era el que teníamos para cocinar.
Elegimos la lubina que más o menos llevábamos preparada, y tras enseñarnos rápidamente la cocina en la que había de todo, y los productos entre los que también había prácticamente de todo empezamos a cocinar.
Este es nuestro plato en el concurso. |
Preparamos una lubina sobre piperrada y texturas de sopa de tomate. Las texturas fueron una espuma, una gelatina y la propia sopa en gotas. En definitiva que intentamos hacernos los interesantes sin tener mucha idea y se nos notó a leguas. Surgieron algunos que otros problemas, y nos cogió el toro, pero al final conseguimos sacar adelante un plato más o menos vistoso, pero no era suficiente en comparación con la elegancia y la técnica que podía verse en algunos de los otros platos que pudimos ver.
Porque el concurso, aunque era en principio el motivo de todo el congreso, al final quedó relegado a un segundo plano, y no pudimos ver imágenes de cómo se desarrollaba todo, ni siquiera imágenes de los platos de los compañeros, eso sí, los 3000euros se los llevó el que ganó.
Pero bueno, a lo que iba, puesto que no íbamos a ganar, disfrutamos de todo lo que quedaba de mañana, asistimos a ponencias de grandes cocineros y gente joven de la restauración que se ha arriesgado a abrir su propio restaurante o bar de tapas con una cocina moderna y que están teniendo mucho éxito y aceptación. Y lo mejor de todo el día, sobre todo si ocurre a las 15,30, el coctel. Un aperitivo como el de las bodas, con un montón de tapitas q no sé sabíamos muy bien lo que eran pero que estaban muy ricas. Y como todo se había ido retrasando decidimos irnos porque no se sabía a qué hora se reanudarían las ponencias.
Y para casa que volvimos, con una bolsa llena de propaganda de productos andaluces y libros de cocina, una nueva experiencia, nuevos amigos y sabiendo lo que no debemos hacer la próxima vez, eso sí hay que seguir participando.
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ResponderEliminarHola xicos!!nada que me alegro de que os animeis a partcipar en cosas de ese tipo, porque son geniales y se aprenden infinidad de cosas, sinceramente me dais sana envidia!!un saludo y mucha suerte!
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