domingo, 23 de septiembre de 2012

TARTA DE PIÑA CON TROPEZONES


Se acabó el verano, dentro de unos días vendrán las lluvias pero como todavía notamos los últimos coletazos de calor, os propongo este postre muy fresquito. Receta de origen latino, me la dio una persona muy especial, y a su vez a él se la dio su tía Nena a la que le encanta cocinar y lo hace realmente bien, doy fe, y la verdad es que este postre está realmente rico. La mezcla base es la clásica que ya había realizado varias veces para hacer mis mousses de sabores, pero el truco que lo convierte en un postre espectacular son los tropezones, de piña en este caso, y los trocitos de queso salado. Haced la prueba.

INGREDIENTES:
1 Piña Grande, 1 Sobre de Gelatina Neutra, 1 Sobre de Gelatina de Piña (O dos sobres de gelatina de Piña y prescindimos del neutro), 200ml de Nata, 250ml de Leche, ½ Vaso de Leche Condensada, 100gr de Queso Fresco con Sal (tipo “Vega e Hijos”, yo usé queso Latino), 5 Cucharadas de Azúcar, ½ Terrina de Queso de Untar (Philadelphia).

PREPARACIÓN:

En primer lugar tenemos que preparar la piña, para ello, pelar la piña con mucho cuidado y cortarla en trozos pequeños tomando la precaución de retirar el tronco central. Ponemos los trozos en un caso con las cucharadas de azúcar y  medio vaso de agua y llevamos al fuego. Removemos de vez en cuando hasta que la piña este tierna (15-20min). Colar la piña y reservar el almíbar.

Por otro lado ponemos a hervir la leche para deshacer la gelatina (podemos sustituir la mitad de leche por agua para que no se vaya la leche al hervir), una vez comienza a hervir añadimos los polvos, removemos y retiramos del fuego. En un “bol” mezclamos en este orden:
El queso de untar, la nata de montar (batiendo bien para que monte un poco) y la leche condensada, mezclamos bien y añadimos la gelatina, el almíbar que hemos reservado de la cocción de la piña y por último los trozos de piña y el queso fresco cortado en pequeños daditos cuando la mezcla anterior este tibia.

Vertemos la mezcla en un molde adecuado revolviendo suavemente y dejamos que cuaje en la nevera.

En esta ocasión lo hemos decorado con sandia y unos trozos de piña en almíbar que teníamos en la despensa. Con el almíbar de la piña hemos preparado un caramelo de piña reduciéndolo y añadiendo unas gotitas de colorante amarillo y tres cucharadas de azúcar.

¡Refrescante y delicioso!


viernes, 14 de septiembre de 2012

TARTA DE AZÚCAR


Han pasado unos días ya desde la última receta, entre tanto, un veranito bastante movido, con algún que otro problemilla, y mucho trabajo… así que me parece casi un milagro estar por aquí de vuelta.

Hoy os propongo una tarta sencillita en su apariencia, aunque con una elaboración un poco larga, pero no  complicada, parte de una masa fermentada, por lo que es necesario dejarla reposar un tiempo. Es perfecta para la merienda o el desayuno.

La saqué del  “Larousse de los Postres”, no me quedó exactamente como en la foto pero no estaba mal. Espero que os guste, a mi se me hace la boca agua, y no puedo dejar de imaginarme como chupa todo el café de la taza.

INGREDIENTES
Para la Masa para Brioche: 5g de Levadura de Panadería, 190g de Harina, 20g de Azúcar en Polvo, 3 Huevos, 4g de Sal, 150g de Mantequilla.
1Huevo, Azúcar, Leche condensada.


PREPARACIÓN

Necesitamos 250g de Masa para Brioche, para ello mezclamos todos los ingredientes excepto la mantequilla, incorporando los huevos uno a uno. A poder ser lo amasaremos en un robot de cocina.

Una vez que la masa comience a despegarse de las paredes del cuenco del robot, añadiremos la mantequilla pomada, poco a poco, en pequeños trozos, hasta que la masa vuelva a estar bien mezclada.

La dejamos reposar, cubierta, durante unas 3 horas hasta que doble su volumen. Pasado este tiempo rompemos la fermentación amasando de nuevo, y dejamos que vuelva a doblar su volumen al menos una hora (podemos dejarla en la nevera y usarla al día siguiente).

A continuación hacemos una bola de masa, la aplastamos y estiramos bien e introducimos en un molde circular untado de mantequilla. Dejamos reposar hasta que doble nuevamente su volumen.

Para el horneado, precalentamos el horno a 200ºC, pintamos la superficie de la tarta con huevo, espolvoreamos con azúcar y cocemos durante 12 minutos. Sacamos la tarta del horno y extendemos sobre ella la leche condensada (no una cantidad excesiva) y cocemos unos 8 o 10 minutos más.

Esta tarta la podemos servir tibia o fría. (Con la masa de brioche que nos sobre horneamos unos bollitos para desayuno buenísimos).

Riquísimo para mojar en un café.