Se acabó el verano, dentro de unos días vendrán las lluvias pero como
todavía notamos los últimos coletazos de calor, os propongo este postre muy
fresquito. Receta de origen latino, me la dio una persona muy especial, y a su
vez a él se la dio su tía Nena a la que le encanta cocinar y lo hace realmente
bien, doy fe, y la verdad es que este postre está realmente rico. La mezcla
base es la clásica que ya había realizado varias veces para hacer mis mousses
de sabores, pero el truco que lo convierte en un postre espectacular son los
tropezones, de piña en este caso, y los trocitos de queso salado. Haced la
prueba.
INGREDIENTES:
1 Piña Grande, 1 Sobre de Gelatina Neutra, 1 Sobre de Gelatina de Piña
(O dos sobres de gelatina de Piña y prescindimos del neutro), 200ml de Nata,
250ml de Leche, ½ Vaso de Leche Condensada, 100gr de Queso Fresco con Sal (tipo
“Vega e Hijos”, yo usé queso Latino), 5 Cucharadas de Azúcar, ½ Terrina de Queso
de Untar (Philadelphia).
PREPARACIÓN:
En primer lugar tenemos que preparar la piña, para ello, pelar la piña
con mucho cuidado y cortarla en trozos pequeños tomando la precaución de
retirar el tronco central. Ponemos los trozos en un caso con las cucharadas de azúcar
y medio vaso de agua y llevamos al
fuego. Removemos de vez en cuando hasta que la piña este tierna (15-20min).
Colar la piña y reservar el almíbar.
Por otro lado ponemos a hervir la leche para deshacer la gelatina (podemos
sustituir la mitad de leche por agua para que no se vaya la leche al hervir),
una vez comienza a hervir añadimos los polvos, removemos y retiramos del fuego.
En un “bol” mezclamos en este orden:
El queso de untar, la nata de montar (batiendo bien para que monte un
poco) y la leche condensada, mezclamos bien y añadimos la gelatina, el almíbar
que hemos reservado de la cocción de la piña y por último los trozos de piña y
el queso fresco cortado en pequeños daditos cuando la mezcla anterior este
tibia.
Vertemos la mezcla en un molde adecuado revolviendo suavemente y
dejamos que cuaje en la nevera.
En esta ocasión lo hemos decorado con sandia y unos trozos de piña en almíbar
que teníamos en la despensa. Con el almíbar de la piña hemos preparado un
caramelo de piña reduciéndolo y añadiendo unas gotitas de colorante amarillo y
tres cucharadas de azúcar.
Por aquí ya han llegados las lluvias pero la verdad que estar tarta tiene que estar deliciosa y aunque poco a poco va llegando el fría yo no me podría resistir a un cachito de esta tarta :)
ResponderEliminarJejeje, muchas gracias, la verdad es que está tan rica q se apetece en cualquier momento del año. Un saludo
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