INGREDIENTES:
2kg de Membrillo, 1kg de Azúcar, 400ml Agua, Zumo de un limón
PREPARACIÓN:
Lo primero que haremos es limpiar los membrillos, quitarles el rabo y ponerlos a cocer en abundante agua con la piel y todo, de esta forma evitaremos que absorban demasiada agua, 1º truco.
Se dejan escurrir sobre una rejilla para que se enfríen bien y se sequen bien. Una vez cocidos y fríos se pelan y se descorazonan. La pulpa del membrillo la trituramos y añadimos el zumo de limón para que no se oxide.
Por otro lado, y esta es la peculiaridad de este modo de preparación, se prepara un jarabe a punto de bola fuerte, este punto lo conseguimos cuando al poner unas gotas de jarabe en agua fría y cogerla con los dedos podemos formar una bola, se produce a los 122-124ºC. En la imagen podemos ver el que sería un punto de hebra fuerte que se consigue a unos 110-112ºC. Tiene que ser un jarabe bastante denso.
Cuando está a punto se añade a la pulpa. Lo ponemos a fuego lento removiendo constantemente para evitar que se agarre, y enseguida estará listo.
Truco 2: Podemos comprobar que el membrillo está listo dejando unas gotas sobre un plato y cuando se enfría se queda sólido.
En caliente lo pasamos a moldes o terrinas, y cuando se enfríe a la nevera.
El azúcar es un conservante universal, así que el dulce de membrillo se conserva durante bastante tiempo.
¡“Uvas y queso saben a beso” y con membrillo también!
Una idea genial para hacer un membrillo. Yo cuando lo hice me quedo ácido. Pero me la apunto.
ResponderEliminarSaludosssss
Acido? qué raro no? Los cogerías antes de tiempo. Pero con todo el azúcar que lleva parece imposible que pueda quedar ácido.
ResponderEliminarUn saludo Pi, y gracias por participar en el blog.