Por fin subo esta receta. Siempre que llega la festividad de todo los santos me acuerdo de esta tarta. Me parece tan otoñal, tan idónea para esta época y tan alejada de en lo que se está convirtiendo esta festividad que me encanta compartirla con todos vosotros. Halloween, halloween, halloween... lo siento pero no entiendo como se está consolidando tanto esta fiesta. Me gusta mucho más relacionar estos días con la visita a los cementerios, los buñuelos de viento, las castañas, calabazas y boniatos... no sé, llámame Vintage, jeje.
Esta tarta me recuerda a Rota, la preparé un montón de veces con las calabazas del campo que me daba mi amigo, desde entonces no la había vuelto a elaborar. Y os aseguro que es una locura de tarta, aunque no te guste la calabaza te encantará, hazme caso.
La receta pertenece a un libro argentino que me regaló una mujer encantadora, artista en todos los sentidos, artesana de la cocina. Ella apareció en el momento justo de mi vida para que la cocina se convirtiera en al más que un hobby, y recuerdo cocinar junto a ella y sus manos cuidando y tocando la comida como si fuera un ser vivo. Lindos recuerdos Mara.
INGREDIENTES: Para la Masa Quebrada: 250g de Harina, 150g de Mantequilla, 100g de Azúcar, 1 Huevo, 1 Pizca de Sal. Para el Relleno: 450g de Pulpa de Calabaza Asada, 400g de Leche Condensada, 2 Huevos, 200ml de Nata, 2c/s de Azúcar Moreno, 1cdta. de Canela, 1/2cdta. de Nuez Moscada, 1/2cdta de Jengibre en Polvo. Para el Crujiente de Nueces: 60g de Mantequilla, 120g de Nueces Picadas, 165g de Azúcar.
PREPARACIÓN:
Lo primero que tenemos que hacer es preparar la masa quebrada. Es una masa que no debe amasarse en exceso. Mezclamos la mantequilla con todos los ingredientes secos dando pellizcos, y desmoronando la mantequilla con la harina como si fuera arena. Cuando tengamos esa mezcla arenosa añadimos el huevo y amasamos lo justo para obtener una masa homogénea. Dejamos reposar en la nevera.
Al mismo tiempo podemos tener la calabaza en el horno, a 180º, durante unos 30 - 40 minutos. Yo asé toda la calabaza, cortada en trozos con piel y todo, sin añadir nada más. La calabaza sobrante se puede comer como postre o para hacer una rica crema.
Para la mezcla de calabaza, ponemos todos los ingredientes en una licuadora, y trituramos hasta obtener una mezcla ligera y homogénea.
Preparamos el molde forrado con la masa quebrada, yo he descubierto que no me gusta precocinar la masa quebrada, prefiero hornearla a la vez que el relleno, de esta manera queda más abizcochada, no tan dura, se corta mejor y se puede cortar con una cuchara. De manera que estiramos la masa con el rodillo, la colocamos sobre el molde encamisado con mantequilla y harina ayudándonos del mismo y recortamos el exceso de masa.
Vertemos la mezcla de calabaza en el molde y horneamos durante 35 minutos a 180º, hasta que al introducir un cuchillo este salga limpio.
Una vez fría la tarta, desmoldamos y cubrimos con el crujiente de nueces.
Un cremoso bocado único y otoñal.