viernes, 27 de marzo de 2020

BIZCOCHO DE CALABACÍN


Tenía ganas de volver a hacer este bizcocho. Por supuesto deciros que no sabe para nada a calabacín, pero éste le aporta una jugosidad increíble, pasan los días y sigue estando tierno, es un bizcocho que me gusta hasta para hacer una tarta o como en este caso para tomar con un café. Últimamente todos los bizcochos que hago me gusta rematarlos con una glasa, muy finita y crujiente, que le da un gusto y una textura agradable al bizcocho y permite que no se reseque por el exterior. En este caso la glasa la he hecho con un poco de chocolate. Espero que probéis a hacerlo.

INGREDIENTES: 300g de Calabacín Rallado (1 Calabacín), 300g de Harina, 150ml de Aceite de Girasol, 4 Huevos, 200g de Azúcar, Medio Sobre de Levadura, 1 Pizca de Sal, Ralladura de un limón, Una Pizca de Canela, Media Cucharadita de Nuez Moscada Molida.

Para la glasa: 4c/s de Azúcar glass, 2cdts. de Cacao en Polvo, Agua Tibia.

PREPARACIÓN:
El proceso de elaboración es similar para la mayoría de bizcochos clásicos. En este caso, en primer lugar prepararemos el molde, encamisándolo con mantequilla y harina, y precalentaremos el horno a 180ºC.

Para la masa, por un lado montamos los huevos con el azúcar, esto se llama blanquear, montamos los huevos hasta que doblen su volumen, y perderán color, adquiriendo un tono más blanquecino. Entonces añadimos el calabacín rallado, con piel y todo, vamos mezclando con movimientos envolventes. A continuación añadimos el aceite, y lo mezclamos cuidadosamente para que no se baje mucho. Seguidamente incorporamos la ralladura de limón y por último añadimos los sólidos pasándolos por un tamiz o un colador, y con movimientos suaves y envolventes. Las especias son opcionales, yo soy mucho de añadirle especias a los bizcochos.

Vertemos la mezcla en el molde y horneamos durante unos 40-50 minutos, hasta que al introducir un cuchillo salga limpio, esta prueba nunca falla.

Y ahora el truco para que todos los bizcochos tenga un 10, la glasa.
Una vez frío el bizcocho, lo colocamos sobre una rejilla y lo bañamos en una glasa de azúcar y agua. Simplemente añadimos al azúcar glass y el cacao, el agua tibia poco a poco, y batiendo enérgicamente hasta que tenga una textura de bechamel ligera o de natilla (una prueba sencilla es cubrir el envés de una cuchara con la glasa y ver que no se desparrama por completo, ese será el acabado de nuestro bizcocho). Una vez cubierto lo metemos en el horno apagado pero caliente unos 5 minutos, hasta que se endurezca y seque la glasa.

Irresistible.




2 comentarios:

  1. Pues tiene muy buena pinta y esponjosidad. Me han hablado mucho de este bizcocho, pero aún no lo he probado. Cualquier día de estos, ahora que tenemos tiempo con el confinamiento, lo preparo.
    Saludos.

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  2. COMOELOJODEUNPOLLO10 de abril de 2020, 20:41

    Tienes que hacerlo, es un acierto siempre. Un saludo

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