Me gusta subir estos platos de Domingo, no está la cosa
como para comer osobuco todos los días, “pero una vez al año no hace daño”. Estas carnes que necesitan un buen tiempo de
cocción para que queden tiernas me gustas prepararlas siempre de esta manera,
con una salsita bien concentrada a base de los jugos que suelta la propia carne
y de algún que otro truquillo que os iré contando.
Tampoco soy excesivamente estricto con las cantidades y los
ingredientes, lo importante es disponer de una buena carne, y buenos productos,
y es complicado estropear este delicioso manjar. Como os digo, para estas
salsas concentradas, me gusta usar la verduras más dulzonas (cebolla,
zanahoria, pimiento rojo…), para posteriormente hacer una salsa con un punto
dulce.
INGREDIENTES:
4 Trozos de Osobuco, 1 Cebolla, 2 Zanahorias, 1 Pimiento
Rojo Pequeño, 2 Manzanas, 1 Copa de Vino Blanco, ½ Copa de Brandy, 1 Ramita de
Canela, 2 Clavos, 2 Cucharadas de Miel, Sal, Pimienta. Maicena.
PREPARACIÓN:
Lo primero que hacemos es, en una olla amplia, sellar la
carne en aceite bien caliente. La reservamos.
En la misma olla pochamos las verduras cortadas de forma
basta, en el siguiente orden: primero la cebolla, seguidamente añadimos la
zanahoria, el pimiento, cuando empiece a reblandecerse añadimos la manzana en
dados con piel y todo. (También admitiría muy bien puerro, pera…). Pochamos
bien, a fuego lento, que se vayan caramelizando todas las verduras, y parezca
que se nos empieza a quemar, de esa manera conseguiremos una salsa más oscura.
Entonces añadimos el osobuco, bañamos con los licores,
añadimos las especias… rehogamos un poquito y cubrimos con agua o con caldo de
carne si tuviéramos. Dejamos cocer hasta que la carne esté bien tierna, puede
ser entorno a 60 minutos.
Cuando esto ocurra, retiramos la carne y colamos la salsa.
Los restos de verdura los desechamos. Ponemos la salsa a reducir para
concentrar los sabores, añadimos la miel, y ponemos a punto de sal. Para tener
mayor cantidad de salsa vamos a espesarla con un poco de maicena disuelta en
agua fría.
El último paso es opcional, pero para culminar con broche de
oro esta receta. Metemos el osobuco en el horno a máxima temperatura, con una brochazo
de salsa, de esta manera conseguiremos una superficie dorada, y brillante, y
por dentro una carne jugosa e irresistible.
Servimos el osobuco acompañado de unas patatas fritas y regado con
nuestra salsita en su punto de espesor.
La boca agua.
Un pedazo de plato de domingo, que fotazooooo. Una presentación de 10, me encanta.
ResponderEliminarSaludossssssss