Hace unos días me preguntaron por la tarta de galletas, la
de toda la vida, con sus capas, su flan, su chocolate… La verdad es que es una
tarta muy fácil de hacer y por eso no me había nunca preocupado de subirla al
blog, a pesar de que es una de mis tartas preferidas, por no decir la que más y
que tenía unas fotos de una que hice para mi propio cumpleaños, quitándome un
gran antojo. Pero total, como no es la primera vez que me preguntan por esta
tarta, y porque muchos de los seguidores de este blog me han pedido que suba
alguna receta facilita, de las de andar por casa. Pues esta estará dedicada a
todos ellos.
Espero que os guste, y bueno, como ocurre siempre con las
recetas clásicas, esta es mi versión, las que siempre se ha hecho en mi casa, la
más fácil de hacer, seguro que hay miles y mejores, pero esta es la conozco yo,
aunque se admiten sugerencias.
INGREDIENTES:
3 Sobres de preparado para Flan (Flanin, El Niño o Potax), 9
cucharadas de Azúcar, 2 Cucharadas de Cacao en Polvo, 1 y ½ Litros de Leche,
Galletas María.
Para el almíbar: 1 y ½ de Leche, ½ Vaso de Azúcar, 1
Chorrito de algún licor Dulce (Baileys, Sansón, Ron…)
Para la decoración: Chocolate blanco, Chocolate con leche,
Chocolate Negro, Hojas lisas de árboles.
PREPARACIÓN:
En primer lugar
prepararemos el almíbar que nos servirá para empapar las galletas, para ello
ponemos todos los ingredientes en un cazo y lo llevamos a ebullición, una vez
hierva apartamos del fuego y reservamos.
Seguidamente prepararemos el flan, para ello no hay más que
seguir los pasos que nos indica el sobre. Ponemos la leche a hervir con el
azúcar, reservamos un poco de leche en el que disolveremos el contenido de los
sobres, cuando comience a hervir vertemos la disolución en la leche y removemos
hasta que vuelva a romper el hervor, a fuego lento.
De esa crema reservamos la mitad, y la otra mitad la
volvemos a llevar al fuego y añadimos el cacao disuelto en un poco de leche,
mezclamos bien hasta obtener una crema de chocolate.
Y ahora lo más divertido, montar esta rica tarta. En una
fuente adecuada disponemos una capa de galletas que habremos ido sumergiendo
ligeramente en el almíbar. Seguidamente cubrimos con una capa de crema
amarilla, otra de galletas, otra de crema de chocolate, galletas, crema amarilla,
galletas y terminamos con crema de chocolate. Es decir, para que nos quede bien
uniforme, las cremas de chocolate y amarilla las dividiremos en dos para
definir bien las capas. Una vez usé María Hojaldrada, y la verdad es que no me
gusto nada, la galleta se empapó demasiado y quedo muy blanda, en ese caso no
tendría que haber usado el almíbar, así que prefiero siempre usar la María
clásica.
En esta ocasión decidí hacer una decoración especial con
chocolate. Para ello cubrí la superficie de la tarta con una capa fina de
chocolate para conseguir un toque crujiente. Y para las hojas de chocolate
conseguí unas cuantas hojas de árbol en un parque, de las más lisas y
brillantes, las lavé bien, y con un pincel cubrí la cara menos porosa con
chocolate de los tres colores y la ayuda de un pincel. Dejamos enfriar en el
congelador y después podremos “desmoldar” perfectamente.
Decorar y a comer.
Nota: No tenía foto de esto que os voy a comentar. Pero no hay porque esperar a un cumpleaños para disfrutar de este postre. Utilizando estos mismos ingredientes podemos realizar algo parecido en unas copas y tendremos el mismo sabor de la tarta de galletas en un formato diferente.
Si es que los clásicos nunca fallan!!
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